Inquilino de las madrugadas.
Cuando la mayoría reposa...
me dedico a cazar sueños
mientras mi alma rebosa.
Lo demás es silencio,
me encuetro seducido por sonidos ligeros.
Y como una brisa ligera me acarician pensamientos.
La mente se aclara
el día que murió ya
se desglosa ante mi.
Lejos de la compañía humana
todo empieza a surgir.
La sinceridad se transparenta aun mas.
EL encanto de la obscuridad
me absorbe.
Una sensibilidad me sobrecoge.
Una ciudad silente que tan solo duerme.
Entra sabanas incomodas y duros catres.
Debo confesar que..
en este hotel hay pocos vecinos.
Algunos porque en sus habitaciones encuentran arte;
otros porque no tiene otro camino.
Al final tu decides de que acompañarte...
si de una idea o un sonido.
Foto por Gerdany Hernandez
