miércoles

Instinto Natural


Una vez más acá nuestros pasos nos han llevado a este lugar, el lugar donde callamos y se enciende nuestro pecho, este lugar secreto donde la naturaleza se une en esta danza erótica.
El sol tímido calienta nuestros cuerpos y el perfume de las flores aromatiza el ambiente que ya sabe a cielo.
Mientras mis dedos se deslizan por tu piel, que de a poco se va desvistiendo de ropas y vistiendo de esa belleza natural que habita tu desnudez mujer.
Nos unimos al paisaje que nos rodea y entre besos y caricias nos exploramos por completo
Nos unimos a la naturaleza de esta esencia que inundaba el aire y mientras mis labios conocían los tuyos mis manos recorrían tus rincones y mis abrazos ataban tus caderas.
Tus labios empiezan a jugar en mi cuello y despacio besan mi alma que esta tan desnuda como mi cuerpo.
Me gusta besarte; pero más cuando tú me besas cuando sostienes mi cabello y lo halas con esa pasión que va creciendo mientras nos amamos.
y a ti te gusta que te lleve al firmamento con mis manos y que entrelace mi cuerpo con el tuyo hasta parecer uno mientras te devoró con placer.
Me devoras... devoras esas ganas que provocas, si con solo una mirada me enervas. Estas ansias de tenerte me consumen, la espera es fuego hasta estar dentro de ti y ser cenizas en el aire.
Allí estoy ahora, dentro de ti como un latido, tu recibimiento fue pleno y me estremezco con la calidez de tu ser que no me suelta y con gemidos me pide que me quede.
Tu espalda se contorsiona, mientras tus caderas se hunden en mí, fuerte y profundamente habitas cada suspiro agitado que provocas.
En mi mente y en mi piel solo estas tú, cada poro emana tu esencia y algo inexplicable nos invade y nos lleva a otro estado...
Mientras un quejido nace de esa ligera mordida en tu oído, en tu cuello, en tus caderas un mordisco que te eleva a arquearte de placer... y mientras me ínsitas a continuar al ritmo que le has puesto a la danza, yo te toco como a un arpa sacando de ti melodiosos susurros que me inyectan algo mágico.
Susurros que emulan vapor de un caldero hirviendo de pasión, pasión que arde en tus ojos y me queman tus labios, tus pechos desnudos se apretujan en mi pecho, mientras mis manos se hunden en tu espalda... nos despojamos del placer en un grito profundo y mutuo, presionándonos uno al otro tan fuerte que parece ser que nos fundimos en un solo ser jadeante bañado en sudor desplomándonos en esta cama llena del verde color de la naturalidad, de dos cuerpos exhaustos de amarse y amarse bien, de dos luciérnagas que se apagan para encenderse después, el escenario cumplió su parte tanto como tú y yo cubriéndonos con ese cielo azul caduco y los árboles que nos alentaban con sus ramas.


Colaboración por: Schwarz Lintu.